Yo también me uno a la decisión determinante, cual profesión amada y delirante, de no soportar San Valentín los 14 de Febrero o en cualquier otro día del año. Lamentablemente no tengo una convicción que me haga aceptar el Día de San Valentín. Odio ese día por ser un proceso amatorio que nos lleva a miles de personas, o a estos casi nichos, a formar parte del régimen ciego casi militar del consumismo. Es la fiesta del amor publicitado.

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El amor es ciego y no debería ser así. Abrirás los ojos y te fijarás en lo que ellos producen para ti: rosas de plástico (claro, también las naturales); caja de chocolates; peluches u ositos de felpa de todos los tamaños y colores, y por dos soles más llévate uno que hable “hola… estoy contento” “Abrázame, abrázame…” Sí, yo te abrazaré con asfixio, de eso no lo dudes.

Por el Hecho que nos invada San Valentín, no tengo porque soportar aquel Cupido niño viejo casi siempre rubio de tipo europeo pero con pañales (apostaría a que no son de los desechables) y que se nos presenta con el descaro de todo un exhibicionista en plena formación: desnudo y cubriéndose con unas cuentas flechas ovaladas… Niño viejo alado y descarado.

Pero bueno hoy sigue siendo San Valentín y misteriosamente la oficina cae en silencio. Marketing está casi abandonado. Becket, jefa del área, y Cristian con excusas y rumbos distintos partieron a compromisos personales. Nadie preguntó, nadie dijo dónde están. Aquí yace dos escritorios vacíos. Un click al mouse nunca se hizo tan notorio. El aire de Eolo golpea la ventanas. El ventilador, aquella humilde y escuálida máquina cumple su función en sus 180 grados de giro. El aleteo coqueto de las hojas bond, sostenidas con chinches en el mural, parecen recordarnos y a la vez sentenciarnos a Luis y a mi: que no tenemos ni un miserable sol en el bolsillo, que no corrimos la misma suerte que Becket y Cristian y que por eso debemos quedarnos trabajando hasta el final del puto día. San Valentín debería ser en la quincena, en el día que me pagan.

Luego pregunto ¿O Somos tontos o no tenemos con quien salir?. Mientras yo sigo odiando día san valentino pienso en llamar a Jackeline, sólo para devolverle el saludo anticipado vía mensaje de texto: “Flo jabalino faltan 3 minutos. Y esperaré en mi cama. Que la pases bonito.. Feliz Día.. un helecho de celofán para ti” ... demonios ella no tiene celular!!!

Pero al Final del día si mi orgullo no fue lastimado; sino fui parte del consumismo voraz, si logré sobrevivir a los estímulos, sensaciones, miradas, fijaciones, pasiones, tensiones… Aunque todo eso parece ser aceptable pero es fácilmente un enredo causado porque sencillamente fuimos víctimas del consumismo, del maldito materialismo provocado. Yo me declararé intacto del cupido, del niño viejo alado.

1 Comment:

  1. manu said...
    Y si estubieras con ella???
    Que le regalarias en ese dia?

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